miércoles, marzo 23, 2011

El empujador de los márgenes


Mirada lejana,
cabellos obligados
y manos pacientes.

Una chaqueta y unos pantalones
sin prisas.

Nací
para
saber
dónde.

Las cabinas del miedo
me ponían conferencias
a todas horas.

Tráfico ilegal de renuncias.

Nací
también
para
mirar.

Mi mujer y mi hija
me proporcionaron.

El guión y sus cosquillas.

Nací
además
para
imaginar

zonas oscuras de la comprensión.

¿Te sientes sólo?
Mirada.
Me quedo con
mirada
gente
que
no
miraba
con
mansedumbre.

Creo a ciegas en
alguien que no existe.
Creo que ese alguien
puede decirnos mucho
sobre nosotros mismos.

Y creo, eso es creo
que tú y yo
podemos encontrar
a ese aquí en alguien como
tú.

(Gracias a Juan Gabriel Vásquez y Carlos Geli, cuyas palabras alimentan y-o inspiran estos versos)

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