viernes, octubre 29, 2010

Desafío y juego


Bienvenido.
Bienhallado.
Bien siempre, pequeño.

Ya desde el principio,
se ve claro que eres un Antonius:
“aquel digno de alabanza y estima”.

Bonita manera de reverenciar el legado de los
tres Antonio fundadores que antes te precedieron.
Tu abuelo también te acaricia con la mirada y el orgullo.

Los ojos de luz y panorámica para ver lo que viene.
La mano con aventura para vibrar y visitar desde ya.
El gorrito para darle calabazas a las tormentas que esperan.

Y la lengua como sinónimo de tu carácter de hombre futuro.
Un poco de irreverencia para darle un susto a los que fastidian.
También juego para timbrar a todas las ‘enfermeras’ que te esperan.

Lo mejor está por llegar, pequeño. Y tienes todo derecho a heredar muchas cosas.
Heredarás por ejemplo la curiosidad y el buen humor y el gran corazón de tu madre.
Heredarás por ejemplo la fortaleza y los principios y el heroísmo cercano de tu padre.

Buen vuelo, pequeño.

(Para Antoñito, recién llegado, que tantos buenos momentos va dar a María&Chiki y a sus amigos)

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