Rubias azules pueblan la noche.
Pierden el equilibrio y ríen con
todo el exiguo vestido.
Dicen gracias con convencimiento
y despacio miran a los recientes.
Como si fueran a robarle el misterio.
Es noche por el viernes
y la ciudad se ruboriza de que
tanta gente lo quiera pasar bien.
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