Corazón tierra.
Ahí, se aniquilaron.
Hermanos también.
Cielos brumados.
Palabra: genocidio.
Otro odio miedo.
Extinción.
Nueva extinción.
Muerte salvaje.
Sin adjetivos.
Sin belleza tampoco.
Ni apenas aire.
Fue en Ruanda, cierto.
Miramos para otro lado.
Verguenza todos.
Muy conmovedor, transmite muy bien los sentimientos que producen este tipo de realidades tan duras, tan demoledoras.
ResponderEliminarUn 10 por el poema y ojalá nunca más debamos leer poemas como este.
Un abrazo. Alberto.
Ojalá Alberto, gracias por el comentario. Personalmente, preferiría no tener que escribir sobre masacres como ésta, pero bueno la vida funciona en ámbitos muy diversos y la mirada, aunque sea con dolor, también tiene que dirigirse ahí.
ResponderEliminarUn abrazo