miércoles, julio 11, 2007

Blues del revolucionario


Con el paso cambiado,
casi a cualquier hora de la noche,
levanta su maceta de whisky hirviendo.

Con toda facilidad,
apura el cigarrillo
mientras conduce la camioneta
hacia veredas imposibles:
un poco de rabia, algunos lo llaman rock,
algo de risa, mucho de risa espontánea,
a punto de crear nuevas escenas para la utopía.

Él sabe cómo hacer normal una revolución.
En su corazón las envidias son absurdas,
todo lo que necesita es una identidad
(mejor republicana)
y la terraza cubierta de Aurora.

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