lunes, octubre 23, 2006

Vacío


Ya no cuentan los años. Ni siquiera la expansión de las decepciones. Mirando esta agua irreal que arañaste de la realidad puedo descansar. Descanar del mundo. Descansar de mi. Cuarenta años y un hijo y un par de novelas. Pero no puedo librarme de tu recuerdo. De tu tacto. Por eso esta noche me pienso refugiar en el calor de esta botella. Y no, no te creas tan importante. Es sólo que las ruinas están aquí dentro.

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