martes, junio 20, 2006

Futbolista pop


Una carrera frenética,
guiada por el instinto y el desconcierto

la violencia
de varios insultos

y la determinación de los elegidos:

El gol


El oficio de Fernando Torres,
el futbolista de las grandes condiciones


el chico talentoso

que genera tanta expectación
por sus desconocidas posibilidades:

velocista en una liga de genios
sin físico

anhelante en un mundo de
conformistas

prematuro campeón
compitiendo
en el bando de los eternos

perdedores.


Orgulloso, altivo

Y, por qué no decirlo,
las más de las veces
Ridículo

con esa tontería
de los inimaginablemente reverenciados

El futbolista popular,
el futbolista pop

destinado a forrar la carpeta de esas
princesas inaugurales

con su estética de hipnótico cómic

distinguido con ese aire de personaje
apuesto, triunfal y quebradizo


El chico que supera su timidez
en el campo de juego

El guepardo humano
de los ludópatas europeos

Torres es grande

Por su facilidad para trasladar al juego
más allá de su simple-y adictiva-
Celebración


el primero en desquiciar a las madres
de los miméticos niños con sus irreverentes
peinados

El hombre comprometido
con la causa de los indios inexplicables

El delantero errático

capaz de borrar razonables recelos
con una descarga de genialidad

una jugada
donde ensambla la poesía del fútbol en unas pocas
décimas

Plasticidad
Rabia,
Aceleración
Inventiva

Y, por fin,


el


Gol


- ese momento de celebración que
concede sentido a tanta melancolía y aburrimiento-.

(Ahora o nunca: Fernando Torres es pichichi del Mundial y empieza a confirmar en el mejor escenario posible las fantásticas condiciones que tiene para colmar de emoción, eficacia y plasticidad este juego. Felicidades, fuenlabreño. Lo mejor está por venir...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario