domingo, noviembre 30, 2014

sábado, noviembre 29, 2014

una definición de éxito

éxito es trabajar con tus manos, tu corazón y tu cabeza para ser feliz y hacer feliz a la gente que te importa

Foto de Marc Riboud


viernes, noviembre 28, 2014

Zlatan Ibrahimović: poeta furioso, karateca de lo sutil


Algunos futbolistas, como algunas personas, generan tal sensación de facilidad en lo que hacen que a menudo dejan la impresión de que podrían dar algo más. Es el caso de Zlatan Ibrahimović. Cuando uno ve en acción al gigante sueco (de madre croata y padre bosnio) la primera imagen que te viene a la cabeza es la de un chaval que está jugando en el recreo del colegio con niños dos o tres años más pequeños que él.

La impresión es algo más que subjetiva. El tipo mide 1,95 y gasta un físico fuerte y fibroso a un tiempo, producto de muchas horas de gimnasio y probablemente también de una temprana afición al boxeo y el taekwondo. En el campo, el internacional sueco alterna algunos comportamientos de niñato (con desprecios a algunos compañeros y rivales –de los periodistas ni hablamos-) con destellos de superclase.



La sensación que me ha quedado cuando le he visto jugar con cierta continuidad es que este tipo tiene algo de Romario gigante (por su habilidad para el regate y facilidad goleadora); cualidades a las que agrega algunos gestos de sutil pasador (vean por ejemplo el pase con el que se inicia el primer gol del Paris Saint Germain este pasado martes ante el Ajax, donde nuestro protagonista ajusto la mirilla para marcar el segundo tanto de la noche).

No creo que haya ningún otro delantero en el mundo que armonice tan bien la rabia, la plasticidad, la violencia en el golpeo del balón y la eficacia goleadora. El enfant terrible del área parece disfrutar de verdad fuera de ella. Es como si todas las horas de su vida que ha gastado jugando a los videojuegos cuajaran en una fijación animal por embocar la pelota en la portería con disparos de 35, 40 metros; patadas voladoras que conectan precisión y potencia.



Cuando se quieren dar cuenta, los porteros se han convertido existencialistas franceses, dudando hasta de la rotación de sus caderas. La singularidad de este tipo se fraguó pronto. A los dos años, sus padres se separaron y él creció en un barrio ajeno a las grandes corrientes de la ciudad. Amaba jugar con sus colegas de toda la vida. Hasta que subió el nivel y fichó por el Malmoe con doce años. Esa parte de su singladura está relatada con mucho sabor en este programa de Fiebre Maldini.

El caso es que el tipo se hizo jugador profesional de fútbol de primer nivel y se hinchó a marcar goles y ganar títulos de liga en Holanda (Ajax de Amsterdam), Italia (Juventus –aunque los títulos con los turineses quedaran anulados con el tema de los amaños de los partidos, el famoso MoggiGate-, Inter y Milán), España (Barcelona) y ahora Francia (Paris Saint Germain). No obstante, con su selección no ha pasado de tener alguna actuación puntual brillante en partidos de grandes citas (más allá de su regular frecuencia goleadora). Tanto es así que por ejemplo no logró liderar una clasificación del combinado escandinavo al mundial de este año, ni al de 2010.



Durante este tiempo, el gigantón ha atemperado algo su mal carácter (en el que probablemente jugaron un papel importante el alcoholismo de su padre -atormentado por la Guerra en su Bosnia natal- y la temprana separación de sus padres) y ha ido ganando en regularidad y frecuencia goleadora. También ha tenido tiempo para unirse a una bellezón sueca, empresaria y 11 años mayor que él, Helen Seger Svensson, con la que ha tenido dos hijos. En los últimos tiempos, se advierten signos de mayor madurez en su temperamento.



Eso sí, sin perder la arrogancia que (paradójico o no) le ha granjeado muchas simpatías entre los aficionados de medio mundo, especialmente los más jóvenes. No parece casual. Hay algo de superhéroe atormentado en este gigantón de condiciones improbables: grande, elástico y resolutivo. Ha marcado muchos goles, sí. Algunos de espléndida factura. Y ha mejorado por lo general a los equipos con los que ha competido (para sumar un total de 9 ligas en cuatro países diferentes, además de una Supercopa de Europa y un Mundial de clubes, entre otros títulos).

Pero su historia habla también de sus problemas para vivir en armonía con los compañeros de su mayoría de sus equipos; en cualquier momento puede perder la paciencia o los nervios. En su historial también pesa la ausencia de una Champions en sus vitrinas (con esa cicatriz especial de la temporada en el Guardiola Team, que todavía le escuece. Es curioso, en ese sentido, como no pierde la ocasión para mandar ninguneos al ‘filósofo’, aunque luego sea capaz de votarle para entrenador del año).


Lo cierto es que su carácter melancólico tampoco ha ayudado a encajar las piezas y a darle una mayor continuidad en el juego (podría, por ejemplo, fabricar más pases de gol o ser más solidario en las labores defensivas). Da igual. Él ya está de vuelta de todo eso. “Juego para divertirme”. Si no, para él no tiene sentido el juego. No es ni siquiera una cuestión de que ahora sea multimillonario. Lo sentía y expresaba igual cuando era un adolescente y estuvo a punto de dejar en una cuneta al juego que le había elegido y que tanta gloria le reportaría.

En esa línea, le encanta bravuconear y soltar patadas hasta para bromear a sus compañeros (que se lo digan a Cassano) y ahí sigue el tío. Quizá no tengo los registros, la capacidad y la continuidad de Messi (Superman) y Ronaldo (Batman). Él no puede, como ellos, escribir en prosa (aunque sea una prosa beatnik como la del portugués).



Sin embargo, le ha bastado su condición de poeta furioso (con goles de espuela que parecen sacados de Matrix) para enamorar a medio planeta, sentido del humor incluido (Ironman podría ser una buena comparación para él). Así hasta ser considerado por la mayoría como el tercer mejor delantero del planeta del fútbol actual. Y eso que merece la pena considerar la valoración de este jugador que hace mi amigo Gus. “Podría haber sido un grande, a la altura del primer Ronaldo o Zidane, pero la cabeza no le ha acompañado. Y eso que ahora parece que empieza a tomárselo más en serio…".

No obstante, el protagonista de estas líneas no pierde la idea de ser el mejor: “esa es mi motivación. Siempre estoy pensando en mejorar el nivel”. Tanto, que no tiene empacho en autoproclamarse Dios, sin ahorrar adjetivos elogiosos a sus compañeros favoritos de viaje.



Mi sensación: en algún lugar de nosotros, nos cae bien Ibra porque todos quisimos ser alguna vez ser el chico malo del barrio. Sonreír ante todo atisbo de crítica, sobre todo cuando estamos enfadados. Responder a todo desafío con un: ¿conoces a Zlatan? (que remite al “soy el más grande, soy el más grande” de Alí). Y destilar la violencia interior en unas bellezas que combinan fotogenia, plenitud y gol. Éxito centrifugado en décimas de furia y coordinación.

A sus 33 años, el capo rebelde da síntomas de haber centrado más su cabeza (nunca dejó de pensar en el fútbol) y parece emitir sutiles señales de haber comprendido que el juego es una sinfonía colectiva. No sabemos si es un espejismo, un deseo de aficionados sedientos de evolución en la variedad de reyes o la constatación de una realidad en marcha.



Sea como fuere, en un tiempo en el que Cristiano y Messi se disputan el cetro de jugón de jugones, Saint Germain cobija al que puede ser tapado para liderar la  victoriosa tropa del año (equilibrio, talento y coordinación no le falta al equipo francés), que de momento subyuga al Barça a la segunda plaza de su grupo.

¿Nuevo rey de Europa en la vieja París? Quizá el rey sol esté de vuelta…

Pd: El detonador que me impulsó a escribir este artículo fue el emotivo discurso  que el genio sueco dio para agradecer la distinción, por noveno año consecutivo, que recibió como mejor futbolista del país escandinavo.  Alma de león, corazón de agradecido.
éxito es alinear tu mirada, tus acciones y sentimientos a favor de ti mismo y de la gente a la que quieres


éxito es un camino de construcción y juego


éxito es hacer con ganas, bailar con alegría y celebrar con todos los que quieres y a los que aprecias


éxito es un camino de disfrute y pelea.


Los pasos fluidos.
El olor del descanso.
La calma creativa.


martes, noviembre 25, 2014

Sorolla: luz en movimiento

Picasso, Goya, Velázquez y Sorolla. Probablemente este sea el póquer de aristas españoles más universales en la historia de la pintura. Ayer tuve la suerte de asistir a la exposición del pintor valenciano (1.863-1.923) en la Fundación Mapfre, Sorolla y Estados Unidos.

La entrada a la muestra es gratuita. Pero contemplando el contenido de la misma no me hubiera importado abonar algunos euros (y eso que no estamos sobrados de los mismos) porque la recopilación de obras de este creador impresionista, postimpresionista y luminista bien lo merece. En la misma, se aprecia el magisterio de Don Joaquín para captar los matices de la luz, cuando esta baila en el agua y hace más transparentes los cuerpos y más misteriosos los edificios, como sucede con su mirada al Salón de Embajadoras de la Alhambra.



Elegancia es otra sensación que tonifica la mirada cuando se aprecian sus creaciones. Elegancia en los gestos; verbigracia: la manera en la que las mujeres (sobre todo su mujer Clotilde y sus hijas) miran al horizonte, manejan las poses o amplifican la distinción de sus vestidos con el movimiento o la quietud de sus manos.

También hay espacio para los retratos. Piénsenlo: estamos en la etapa bisagra entre el siglo XIX y el XX. Y la burguesía tiene mucho que decir, más que nunca. Para empezar, son ellos los que pagan a Sorolla. Y en el nuevo mundo que funciona como eje de la muestra (en el que Estados Unidos que estira sus capacidades mientras frisa el siglo XX), cotiza al alza emular a los aristócratas europeos, con retratos que realzan la calidad de los vestidos y, sobre todo, la pompa y circunstancia de l@s retratad@s.



Esa galería de retratos (con sus poses solemnes, sus vestidos luminiscentes) tienen algo de estandarizado, de copia y pega mental (se buscaba, en definitiva, un sello que acreditara su estatus social y distinción). Sin embargo, la calidad y los recursos de Sorolla quedan de nuevo de relieve cuando apreciamos el retrato que realizó de Cristóbal Colón, condensación de decenas de estudios anteriores. En este cuadro, Sorolla fabula la disposición que pudo tener el navegante genovés el día que se embarcó en el viaje que cambió el signo de la historia.



He ahí un tratado de la naturaleza humana: la pose dominante y serena a un tiempo; un rictus que combina la arrogancia, la firmeza, bastante confianza y leves motas de miedo y desafío en la mirada. El detalle de respetar lo nublado del día, sin perder por ello fuerza, los ropajes sobrios y, sobre todo, el rosario en la mano,  ordenado y desmadejado a un tiempo, dan buena muestra de los ingredientes de la personalidad de uno de los tipos más imaginados de la Historia Universal.

La muestra se contempla con deleite y cierta fluidez. Con mirada ágil, se puede recorrer en 20 minutos (según el personal de la propia fundación). Yo matizaría que merece la pena dedicarle un rato más largo (pongamos que hablamos de un paseo de 45 minutos) para disfrutarla con más detalle. El caso es que la muestra abarca dos plantas, que se conectan entre sí por un amplio ascensor, empapelado con un par de escenas playeras.



En esa temática, Sorolla es el rey. Las fotos actuales palidecen ante la sensibilidad de este compositor de sensaciones. Puedes sentir la claridad, su salada fuerza suave. Así como los buceos de los niños. La sensación de libertad y juego que emanan de sus gestos y carreras. Algo de protección y armonía acaban surgiendo de las mujeres a las que retrata.

Una sensación de equilibrio y gestualidad proporcionada muy propia de los lugares que inmortaliza: las playas valencianas mezcladas con las de Zarauz o Biarritz, donde confluía lo más granado de la burguesía y aristocracia de medio mundo. Lugares en los que el propio pintor concretaba encargos previamente acordados en los lugares de origen de esa clase alta.



Por el camino, Sorolla también tiene optimismo y delicadeza para captar la España menos costumbrista y más luminosa. Por ejemplo, la pose civilizadamente desafiante de Blasco Ibáñez, la frescura de unas bailaoras o la accesible magnificencia de algunos de los monumentos que configuraban y configuran el rico patrimonio histórico de nuestro país. No en vano, de Sorolla se celebra su facilidad para dibujar una España luminosa y optimista; un costumbrismo que escapa al tópico y el derrotismo.  

No es de extrañar que, en uno de los textos que contextualizan la exposición, se relate cómo las calles quedaron colapsadas en Nueva York durante su primera exposición en la capital del mundo occidental, en el marco de la la Hispanic Society of America.

En un plano más personal, consignar mi alegría de compartir tanta belleza y tanta luz con mi madre y mi hermano Javi. Los tres salimos con la sensación de haber contemplado un espectáculo agradable y revelador de una época a un tiempo. “El trabajo de un genio”, como sentenció Doña Mariquilla.


Pd: Si tenéis tiempo y ganas, os recomiendo que os acerquéis a la tienda de la Fundación. Allí encontraréis una cuidada edición del cuento de Pinocho, que nos remite a la esencia del reato, sin edulcorantes, y evocadoras ilustraciones. Una golosina a tener en cuenta por sus majestades magas ahora que se acercan las fiestas. Lástima que el Dios Cronos volviera a exhibir su dictadura a última hora…
Los pasos fluidos.
El olor del descanso.
La calma creativa.


El canto esencial.
El silencio creativo.
La luz tocada.


lunes, noviembre 24, 2014

Vuelos colectivos.
Comer, bailar y rascar.
Belleza roja.


domingo, noviembre 23, 2014

Pequeño paraíso ambulante


La gente me pregunta últimamente por mi móvil nuevo. Les llama la atención. De largo mide algo menos que la palma de mi mano. De ancho, ofrece espacio suficiente para cobijar mis cinco dedos; apiñados.Por fuera, tiene aspecto pintón, consecuencia de haber comprado una funda azulada, que realza su toque marino (por lo visto, el azul es sinónimo de comunicación en diferentes culturas). 

Quien me lo iba a decir. 35 tacos y presumiendo de móvil. Pero así es la vida, amigos. Seguro que mi padre me entendería. Este móvil es algo más que un simple teléfono. Se me ocurre la metáfora de las chicas con las que sales a lo largo de la vida.

En mi caso, por una u otra razón a todas las recuerdo con cariño (sé que esa no suele ser la nota más habitual, así que estoy agradecido por ello). Todo ese itinerario te parece bien, razonable...  Hasta que encuentras a una mujer que marca un antes y después en tu vida; que te hace ver y sentir las cosas de una manera distinta, con más sabor.

Algo parecido ocurre con este móvil. Mis amigos me miraban divertidos la última vez que quedamos, cuando no paraba de exhibir sus cualidades. Me gusta llamarlo pequeño paraíso ambulante. Gracias a este pequeño artilugio, puedo ver a un león de la sábana africana alternando rugidos y cabezadas mientras el metro se atardece atestado de gente.

Por no hablar de los delfines que ensayan coreografías en un magma casi tan azulado como la funda que protege este teléfono; porque sí, también merece ese nombre; manteniendo conversaciones de todos los colores…

Una de las cualidades que más aprecio de este móvil es su faceta como antena de contenidos. No unos cualquiera. Las que se emiten en Twitter, que es algo así como un gigantesco y diverso muestrario de opiniones (que pueden ser bastante enriquecedoras si espigamos con criterio quién es el autor de las mismas) e informaciones relevantes (profundizaremos en ello en próximos artículos).

Como este móvil, la famosa red social también merece sus sombras. Como diría un buen amigo,twitter puede reunir a una buena colección de soplapollas. También adoro a este móvil porque ahora las conversaciones son mucho más interesantes (un flujo de fotos y vídeos que no tenían ni la mitad de brillo e interés con mi abnegada simulación de blackberry).

No es un detalle menor este de las fotos. Con el espacio adecuado (hablamos de tangibles, también de intangibles), la vida tiene más color. Como muestra el atardecer que ilustra mi pantalla de inicio, cortesía del cielo siciliano, captado por mi amiga Auro unos minutos antes de que este se fuera a echar una buena cabezada.

Adoro también este móvil porque es una pequeña televisión portátil. Esta función hubiera cautivado a mi padre, que era un apasionado del vídeo arte y los documentales. Gracias a esta posibilidad, ahora disfruto de la tele a la carta, más conocida comúnmente como You Tube.


En este canal lo mismo puedes ver una recopilación de las mejores jugadas de Jordan que de los goles de Ibrahimovic; otro día conoces la singladura vital de Bob Marley o algunos detalles interesantes de Física Cuántica. Bueno, y más cosas, digamos que los silencios, algunos silencios, son la lencería del trazo cotidiano de las relaciones. 

Creo que disfrutarías mucho con este artilugio, papá. Cuídate mucho allá donde estés.


El perfume del sol.
Días que se conectan.
La calma fluye.


Amasa y calma.
Comparte los colores.
Concreta tu don.


Muerde los límites.
Baila mientras compartes.
Ruge por dentro.


miércoles, noviembre 19, 2014

Cuando nadas

Vibrar es fácil.
El fuego y el agua bailan juntos.
Suavizas todo.


Alfombra roja.
Árboles que se estiran.
Olor de leña.


lunes, noviembre 17, 2014

Correr

Correr es/puede ser ponerle alas a los pies
Los pies necesitan ordenar la furia
La furia es fluir con más energía
Energía es un sol en el vientre
El vientre necesita equilibrio
El equilibrio es una construcción diaria
Diaria es la necesidad de vida, disfrute y respiración


sábado, noviembre 15, 2014

La luz interior.
El sentido del humor.
Los amigos.


Hojas que vuelan.
Pasos llenos de mérito.
Vivir tranquilo.


El vals interior.
Elegancia de invierno.
Otoño pleno.


jueves, noviembre 13, 2014

Eres agua y luz.
Sientete protegida.
Tu fuerza es suave.


miércoles, noviembre 12, 2014

Fluye por dentro.
Navega la tierra.
Canta silencios.

martes, noviembre 11, 2014

Interstellar: el viaje a los límites, la aventura de la continuidad


De qué va. En un futuro razonablemente cercano (por las referencias dadas en la historia y quién sabe si por el grado de compulsión consumista de recursos de nuestra civilización), la humanidad se encuentra bastante cerca de la extinción: las plagas son habituales, muchos terrenos ya no generan alimentos y la conciencia sobre las prioridades ha cambiado tanto que los ejércitos ya no existen y la mayoría de la población mundial es granjera.
En ese ambiente, Cooper, un antiguo ingeniero y piloto de la NASA, viudo y padre de dos hijos, lidia por sacar adelante a su familia y su destino en una granja en la que cuenta con la ayuda del padre de su fallecida mujer. Así hasta que algo cambia en sus vidas, una serie de misteriosas señales guían a su hija y a él hasta un lugar donde conocerán un desafío que cambiará para siempre su destino como familia y también el de nuestra especie.

Por qué me gusta. La idea que mejor pone de acuerdo lo que ha sentido mi cerebro límbico (el de las emociones) y el neocórtex (las ideas racionales) es el carácter sinfónico de esta historia, donde están armoniosamente entrelazadas la épica y el intimismo, la aventura espacial y las relaciones personales, las imágenes y la música, la contención y ciertas pinceladas de humor. Estamos ante una película que pone de acuerdo al cine de masas con el cine de autor.
La historia desprende magnificencia y también un toque de emoción y sentimiento que cautiva al humano medio de nuestro tiempo (un arte en el que Spielberg siempre ha sido el rey). El sentido del ritmo está manejado de una manera muy notable (por ejemplo, en la elipsis que ensambla la transición entre la despedida en coche y el comienzo del viaje espacial). Tiene mérito esa estructuración si pensamos que la historia bordea las tres horas.

Pasas la mayor parte de ese tiempo clavado a la butaca. Una parte sustancial de ese mérito corresponde a la monumental banda sonora que ha creado Hans Zimmer. ¿Por qué creo que funciona esta historia? Más allá del mérito de su director, Christopher Nolan, para dirigir y escribir (junto a su hermano, Jonathan) la historia con pulso y belleza narrativa, porque habla de temas universales: el amor entre padres e hijos, la búsqueda de un lugar en el cosmos, nuestra necesidad de construir un futuro viable como especie…
Como espectador y, por loque he escuchado al señor Matthew McConaughey, como actor, uno de los atractivos de esta película es que nos traslada a territorios desconocidos, donde lo mismo emergen olas con anatomía de Everest que transitamos planetas de belleza desolada, donde las nubes están tan congeladas como solían estarlo las alfombras de los osos polares.

Como espectador, esto significa que en parte te trasladas a lo desconocido, a nuevos territorios tan solo intuidos por la imaginación. Eso siempre es emocionante, más allá de que Nolan se ayude de referencias míticas, como ‘2001, una odisea en el espacio’, del maestroKubrick,  o ‘El Árbol de la vida’ del siempresingular Malick.
Para los actores, es intimidante y excitante a un tiempo, sentir que puedes componer nuevos gestos, nuevas miradas en un entorno inédito, tanto como el silencio sobrecogedor que inunda la nave durante el viaje (lo más parecido que conozco a ese silencio se encuentra en las faldas del Teide…). Por el camino, se tejen relaciones personales veraces, llenas de amor y protección, deseo y sutileza, también lucha de egos, bajezas humanas, y una genuina pulsión por salir hacia adelante que siempre ha distinguido a nuestra especie, desde que, por ejemplo, aquella explosión delVolcán de Sumatra, estuvo cerca de acabar con nuestra historia.   

Diría, en resumen, que la historia es bastante redonda, que tiene momentos de mucha belleza (el espacio quiere que pensemos en él como una posibilidad para decorar algún lugar de nuestra casa o, al menos, de nuestra conciencia), emoción, tensión y asombro. Que mezcla lo cercano (el amor como combustible de lo mejor que podemos dar) con lo audaz (exponiendo de manera mediamente digerible conceptos de la física cuántica http://es.wikipedia.org/wiki/Mec%C3%A1nica_cu%C3%A1nticao y otros menos conocidos como el del agujerogusano).
En el terreno de la interpretación, una mención especial para la economía gestual de Mathew McConaughey, la atractiva vulnerabilidad de  Anne Hathaway, el magnestismo de Jessica Chastain (la venus de Botticelli del siglo XXI) o la frescura convincente de Mackenzie Foy. Aunque quizá los que de verdad deberían ser entrevistados en People o Rolling Stone deberían ser los robots de esta historia, hechos con el material de HanSolo.

Cuando sales, la película ha puesto una alfombra invisible para que puedas hablar con los amigos sobre diversos ángulos de la historia, que mezcla géneros (ciencia ficción, épica, aventuras, drama, toques de comedia…) con el aroma de esas películas con las que disfrutas y aprendes, te intrigas y emocionas.
Las pegas. En algunos momentos, los diálogos de la cinta se estragan en una sobreabundancia de conceptos técnicos. Esa textura está bien (imagino) para legitimar el fundamento científico de la película, pero hace que a veces te sientas un tanto ajeno a la misma. Algo parecido sucede con algunos diálogos bastante explícitos (restando poder al gesto, a la mirada, a lo tácito…). También con algunas secuencias de acción, donde quizá si podría haber actuado más la Musa Elipsis. Es decir, a veces le sobran subrayados a la historia.
Esa merma por elevación nos remite a una crítica común en los detractores de Nolan: su exceso de grandilocuencia. Y sí, es cierto, a veces se le va la mano con el sentido de la trascendencia. Pero al menos es un cineasta reconocible y transparente. Con suficiente talento como para conectar su historia con el gran público y para hacerlo con un toque personal, brillante por momentos, audaz en su sentido de la estética y la épica en otros.

Cuándo verla.
Ya. Esta es una de esas películas de las que vas a oír hablar unas cuentas veces en los próximos años y siempre es mejor hacerse una idea propia sobre la misma, antes de que la oleada de expectativas te impida filtrarla por tu paladar de una manera más limpia y espontánea. Me gustará conocer tu opinión y que la materialices en un comentario aquí,  lo más probable es que aporte matices que este telescopio de barrio no ha sabido captar.  

Pd: El viaje a los límites porque esta es una epopeya que nos lleva a unos límites que un día fueron América o África, que ahora están en la conciencia, y mañana ahí afuera…
La aventura de la continuidad, porque como bastantes de vosotros ya estáis viviendo, es una batalla y un placer cuidar y guiar a los hijos para que esta historia disfrute de nuevos capítulos.

De propina, os dejo un poema de Dylan Thomas que funciona como mantra rítmico a la hora de situar la atmósfera emocional que impregna esta historia...

América desembarca en el Thyssen con su impresionismo salvaje



El impresionismo son unos puntos de luz que tamizan la sensibilidad y abren la aceptación al cambio. Un cambio que se mueve cada día en las manos y la cabeza de estos valientes escritores de la mirada.

Eran estadounidenses. Llovían color y bebían del atrevimiento y también magisterio francés.

La exposición del Thyssen ofrece diferentes ángulos de belleza a través de la vibrante pincelada de yankees enamorados del orden y la decadente elegancia europea. Elegancia plasmada en un ejército de apacibles carruajes. En ese oleaje de luz, laten con fuerza algunas imágenes:

Mujeres que domestican el horizonte con su elegancia en forma de gesto

Una mujer y su amiga (su amante tal vez) descansan en el caudal relajado de un río donde la barca se pone de color sangre y textura del terciopelo. (Dos mujeres dormidas en una barca bajo los sauces. John Singer Sargent).

La melancolía tiene un sabor de plata y unas texturas que prefirieron dejar de ser azuladas. (Nocturno. Azul y Plata. Chelsea. James Abbott McNeill Whistler).

Planeta Björk

Este planeta está hecho de montes azules, lagos amarillos, frío amable y haciendas cósmicas.

Las haciendas son vaporosas y se diluyen en el movimiento, como su propia música. Acuerdo de belleza coreografiada.

Sonidos que funden velocidad, pregunta y emoción. Sirenas en círculo y poetas con sutiles baquetas. Es el alma de unas vikingas conectadas en la ciudad del mestizaje.

An Old Monk

El monje baja la cabeza y baila al compás de un hilo invisible de música y elegancia. Son ritmos hechos de calor, nostalgia y una destilación de furia y asombro. Por momentos, es irreverente. A menudo, divertido.

Sus músicos, que son nuestros músicos, mejoran la coreografía de la nostalgia. Su voz de trueno evoca la coreografía de la mujer que amó. El niño recupera a la cómplice de las rosas blanca y el hombre se entrega al aburrimiento y la alegría con la complicidad de Pelo con Actitud a la batería.

Mientras, Robert Redford esconde y también alisa las sombras con su guitarra de soplidos. Y el pianista acaricia un gesto triste y cómplice a un gesto.

Real como la vida sin filtros que reivindica este monje hedonista.

(Gracias, Norma)

El toque Sinatra

Conservar gestos.
Letras universales.
Lenta elegancia.

jueves, noviembre 06, 2014

Cielo ondulado.
Apertura por dentro.
Vuelo sencillo.


Fuente de foto: http://gemmapardomostazo.blogspot.com.es/
Son transparente.
Abrir algo inmenso.
Caudal de calma.

abrir puentes

Fluye el canto.
La mañana ondulada.
Vuelo por dentro.

La vida calma.
Los aleteos exactos.
Canto del agua.

Fluyen los patos.
Emergen los árboles.
Cantan los canes.

martes, noviembre 04, 2014

estiras y favoreces

Mirada amplia.
Confías en la vida.
Fuerza fluyente.

Autor de la foto: Antonio Cinotti