El fin de semana puede ser una rampa hacia el
entretenimiento, el asombro y la diversión en compañía de buenos amigos.
El sábado aterrizamos en la exposición que Alberto García-Alix
tiene en el Círculo de Bellas Artes, cortesía de Photoespaña. García Alix,
Premio Nacional de fotografía entre otros reconocimientos, puede ser definido
como fotógrafo de la movida. También
como retratista de los límites humanos y urbanos. Un tipo que, cámara en mano,
retrata los aspectos más cotidianos de la manera más delicada y salvaje.
En esta muestra, que congrega un puñado interesante de sus
autorretratos, vuelve a despuntar su talento para generar humor en el contraste
que vinculan sus imágenes y los títulos que las enmarcan. Humor en busca de
provocación. Así podemos ver una foto a medio atardecer de un dormitorio en el
que se lee ‘me acosté con una virgen’. La imagen muestra una cama vacía con la
madre del carpintero Dios presidiando la estampa. Un poco más adelante
encontramos un brazo tatuado hasta el barroquismo (el del propio García-Alíx)
sosteniendo un condón, con el enmarque de historia de un amor (cito de memoria,
pero el contraste entre los títulos y las imágenes sorprende, genera un espacio
para el humor y también la sugerencia).
Una sugerencia salvaje, despojada de convencionalismos o
inhibiciones. Es algo que se aprecia también cuando vemos el brazo del
fotógrafo-modelo a punto de recibir el aguijoneo de una jeringuilla, con el
evocador título de mi primera vez. Las drogas también tienen su momento con el
rostro del rockero-fotógrafo en pleno delirio. He dicho rockero porque esa es
la sensación que uno tiene al visitar esta muestra. García-Alix es un tipo
apuesto, tatuado como un códice libertario, con gusto por la provocación, el
exhibicionismo y…la valentía.
Porque sí, la gente, los amigos, pueden quedarse con su
tendencia al narcisimo, con un desnudo integral o una estampa, en el descanso
de un carnaval, en la que el propio Alberto nos mira, careta en mano, mientras
vacía el esfínter. Hay quien aprecia en esos momentos el escorzo de una
estrella del rock que se sabe dueño de las miradas, el corazón y puede que el
deseo del público. La vanidad gamberra de quien adora estar en el centro.
Y es cierto. Pero también hay espacio para ver otra capa de
profundidad en su trabajo: la del desgarro, el compromiso y la valentía para
mirar (y cuidar la luz, el encuadre), mirarse y mirarnos (como en “tenemos algo
en común”) desde el vacío y la desnudez interior.
En ese ángulo de la mirada, encontramos un pájaro azabache que
reposa en la piel del cronista, también a un romántico que se desmortaliza junto
a las mujeres que ama (de cara, de muslos). Un hombre con la mirada triste y el
alma veloz (tanto como para pegarse castañazos en la moto de competición, tanto
como para desintegrarse en algunas medias tardes).
Un tipo, en suma, que no tiene reparos en posar con
meretrices y dar atención a los que no encajan en el molde convencional. Un
pájaro de pelo ahora blanco que ha modelado su cuerpo conforme dejaba correr la
energía y se adentraba en excesos. Un sioux castizo de pelo encrespado que
encuentra la paz con los ojos cerrados, respirando eternidad la orilla de una
carretera, en mitad de ninguna parte. Poesía desolada lo llaman. Gracias Guaci
y Santi por compartir la experiencia; por suerte luego en la cena hubo arepas y
empanadas chilenas para reparar el alma; aunque después cayéramos en brazos de
helados faltamente deliciosos. Nadie es perfecto.
El domingo fue para ejercitar las piernas. El tío Davide me
dejó la cuarta y quinta temporada de los Soprano (prometo postal un poco más
adelante) y nos adentramos en el proceloso universo de los mutantes, más
conocidos como X-Man; cinco pinceladas sobre ella:
1-Los mutantes, como las minorías, necesitan sentirse protegidos:
alentados, respetados y cuidados. Es una interesante lección para el día a día,
porque todos (antes o después) somos parte de esa minoría en algún momento de
nuestra historia.
2-Es decir, da igual que tengas habilidades extraordinarias,
al final necesitas tu dosis universal de conexión, encuentro y colaboración con
la gente que te rodea.
3-La película, Días del Futuro Pasado, es probablemente la
más interesante de la saga. Por los claroscuros que presenta en sus
protagonistas y por el equilibrio que logra entre ritmo, acción y contenido (de
aceptación de la propia identidad, de encuentro con el otro, de doma de los
demonios interiores).
4-Tu antagonista te recuerda lo que te falta. Te irrita y te
molesta sí. Pero también puede ser un cauce para sacar lo mejor de ti, algo
nuevo que no tenías antes de cruzarte con él.
5- Qué atractiva es Franke Jansen, más con el pelo rojo.